Los masajes corporales relajantes son el contrapunto al estilo de vida de nuestra sociedad: madrugones, atascos de tráfico, exceso de tareas, falta de tiempo, malas posturas, comidas apresuradas… Si sufres sus perniciosos efectos, no dudes en disfrutar de unos minutos de relax mientras las manos de un buen masajista disipan cualquier rastro de estrés y fatiga.
¿Es lo mismo un masaje relajante que uno terapéutico?
Aunque ambos tipos de masajes tienen mucho en común, son diferentes tanto en objetivos como en técnica. Los masajes corporales relajantes son aquellos en los que piensas después de un día de duro trabajo o durante una sesión de spa. Su principal objetivo es aliviar las tensiones para crear una sensación de bienestar y ligereza a base de manipulaciones y presiones suaves. Estos masajes pueden aliviar pequeñas contracturas y dolores tensionales, pero sobre todo pretenden ser experiencias placenteras para el cuerpo y la mente, de ahí que incluyan componentes sensoriales como aceites aromáticos, música y velas o luces suaves.
Por el contrario, los masajes terapéuticos son los que se practican, por ejemplo, en fisioterapia. Tienen por objetivo tratar un problema físico: contracturas, síntomas de alguna enfermedad, lesiones… Como recolocan las fibras musculares de una zona concreta, exigen manipulaciones enérgicas que a veces resultan molestas e incluso dolorosas. Son verdaderos tratamientos, así que suelen conllevar regularidad y un seguimiento de la evolución del paciente por un experto titulado.
Así te ayudan los masajes corporales relajantes
Los beneficios de estos masajes van mucho más allá de un mero instante de relax.
- Inducen un estado de bienestar tanto físico como mental.
- Relajan la musculatura en general.
- Disminuyen el estrés, la ansiedad y la fatiga.
- Estimulan la circulación sanguínea y con ella la oxigenación de los tejidos.
- También potencian la circulación de la linfa, incrementando la eliminación de toxinas.
- Alivian dolores de espalda, cuello o cabeza.
- Ayudan a bajar la presión sanguínea.
- Mejoran la calidad del sueño.
- Favorecen la concentración.
- Previenen problemas de salud ocasionados por la tensión nerviosa.
- Si se usan lociones o aceites, hidratan profundamente la piel.
Por qué funcionan los masajes orientales

Durante siglos, la medicina occidental ha buscado la sanación a través del remedio de los síntomas físicos. Sin embargo, en Oriente la medicina ha incorporado el cuerpo, la mente, la energía e incluso la espiritualidad como un todo a la base de sus terapias. De ahí que las culturas asiáticas otorguen tanta importancia a lo relacionado con el control mental, la meditación, la movilización de energía… Los masajes orientales no quedan al margen de esta concepción holística de la salud y, más allá de la mera manipulación de la musculatura, pretenden liberar el correcto flujo de energía a través de los canales que recorren el organismo y así reequilibrar al ser humano en todas sus facetas, incluyendo la emocional y la mental. Por eso, a la hora de desconectar y aliviar las tensiones, los masajes corporales relajantes llegados de Oriente han demostrado ser tan placenteros como eficaces.
Potenciar el efecto del masaje
Con unos pequeños gestos y hábitos de vida, puedes incrementar los beneficios de los masajes corporales relajantes y prolongar su duración.
– Si es posible, antes del masaje date un baño caliente o una sesión de sauna. El calor destensa los músculos, volviéndolos más receptivos a la manipulación.
– Después del masaje corporal, disfruta de unos minutos con una infusión o un zumo. Beber abundantes líquidos es importante para favorecer el efecto desintoxicante del masaje.
– Evita las comidas copiosas tanto antes como después de la sesión.
– Estírate y bosteza hasta quedarte a gusto antes de levantarte al día siguiente, y si notas que acumulas tensión en alguna zona a lo largo del día, movilízala y realiza unos breves estiramientos.
– Aprovecha cualquier momento para meditar, aunque creas que no tienes tiempo: apenas cinco minutos de parón, observando tu respiración sin analizarla, suponen un descanso para tus nervios.
Un oasis zen en el centro de Madrid
En pocas zonas de la ciudad hay tanto ajetreo como en la Milla de Oro, su epicentro del lujo. Sin embargo, tras las puertas de Kamiraku, nuestro centro de masajes orientales, reina la calma. Una recepción amable, salas limpias y serenas, de sencillo estilo japonés y aisladas del ruido exterior, camillas amplias para que te relajes a gusto… Lo hemos pensado todo para que consigas una desconexión total de tensiones y problemas. Elige tu masaje oriental favorito o una combinación de varios, y disfrutarás de una experiencia única de bienestar. Nos ajustamos a las agendas más apretadas, ofreciéndote servicios de diversa duración los siete días de la semana. Si quieres podrás darte una ducha después, y te ofreceremos un té para que te vayas sin prisas. Sabrás entonces que nuestros masajes corporales relajantes son la mejor manera de sentirte renovado.