Cómo te puede ayudar un masajista reiki

El masajista reiki impone sus manos para desbloquear los canales energéticos.

Cuando un masajista reiki realiza un tratamiento, está aplicando una terapia heredada de antiguas tradiciones orientales. Hace un siglo el japonés Mikao Usui le dio su forma definitiva, y desde entonces se ha extendido por todo el mundo y se ha hecho una terapia muy popular, que se empieza a aplicar en algunos hospitales como coadyuvante a los tratamientos.

Hoy día, el reiki está reconocido por la OMS como terapia complementaria (que no sustitutiva) de la Medicina. Su principio es la acción de la “energía vital universal”, que es lo que significa la palabra “reiki”. Es decir, el practicante de reiki no transmite su propia energía, sino que capta la energía reiki, presente en la naturaleza, y la canaliza a otra persona con el fin de deshacer sus bloqueos energéticos, origen del malestar físico, mental o emocional.

Estos bloqueos funcionan como atascos en un canal de riego: en unas zonas la tierra se encharca mientras que en otras se seca al no recibir suficiente agua. Pues bien, el reiki es un potente chorro de agua limpia que deshace esos atascos: consigue que la energía fluya de forma correcta por los canales energéticos de quien lo recibe, eliminando excesos malsanos y energizando cada célula. Así, el organismo recupera su propia capacidad de curarse. Por eso el masajista reiki no es un sanador, sino que te ayuda a recobrar las condiciones propicias para sanarte a ti mismo.

Beneficios de una sesión de reiki

El secreto de la popularidad de la terapia reiki es sencillo: realmente funciona y su capacidad para mejorar la salud en todos los planos de la persona se nota desde la primera sesión, lo cual se manifiesta de múltiples maneras:

  • Reduce las tensiones nerviosas y la ansiedad.
  • Confiere vitalidad y reduce la fatiga.
  • Mejora el estado de ánimo.
  • Favorece la claridad mental y la capacidad de concentración.
  • Combate síntomas como el insomnio o las náuseas.
  • Ayuda contra los estados de tristeza, depresión y otros problemas emocionales.
  • Potencia los procesos de autocuración y regeneración.
  • Alivia todo tipo de dolores, desde el reumático o el derivado de una lesión hasta una migraña.

¿En qué consiste el masaje reiki?

El masaje reiki es peculiar, incluso podría decirse que es un “no-masaje”, ya que se basa en la imposición de las manos, que además ni siquiera tienen que posarse sobre ti cuando lo recibes, sino que pueden mantenerse separadas sin que disminuya su eficacia, ya que la energía llega igualmente a su destino.

El masajista reiki recorrerá con las manos tus canales energéticos de arriba abajo pasando por los distintos “centros de distribución” de la energía vital: los chakras. Según tus necesidades insistirá más en unos que en otros y se concentrará en los principales o tratará también algunos secundarios. Al igual que otros masajistas notan dónde se encuentran las pequeñas contracturas, el masajista reiki puede percibir en qué puntos se producen alteraciones del flujo energético e ir adaptando la sesión.

Mientras tanto, tú estás tumbado en una camilla, descalzo y con ropa cómoda. Durante la sesión puedes experimentar diferentes sensaciones. Lo más común es una relajación profunda… ¡mucha gente se duerme! Pero también frío o calor, hormigueos, recuerdos, presión, visualización de colores… Hay quienes rompen a llorar: es buena señal, indica que los bloqueos emocionales se están disipando. Pero si no notas nada en absoluto, no te preocupes: cada uno reacciona a su manera y no es necesario sentir para que el reiki fluya y haga su efecto.

Ser masajista reiki es un compromiso

Mucha gente cree que basta con poner las manos para “hacer reiki”. Craso error. Cualquier masajista reiki ha de recibir cierta formación para comprender su filosofía y realizar ejercicios prácticos. Y lo más importante: si se quiere canalizar esta energía específica es necesario ser iniciado por un maestro. Es decir, “sintonizado”, como la antena de una radio debe orientarse para captar unas ondas y no otras. Si quien impone las manos no ha sido iniciado, no hablamos de reiki.


Un masajista reiki, además de superar diversos niveles según gane conocimiento y experiencia, se habrá capacitado con formación específica para ser terapeuta. Y como practicante comprometido, seguirá unos principios de vida y una práctica constante.


Cuando un masajista reiki se dispone a dar una sesión, suele prepararse mediante una breve meditación y pequeños gestos que potencian su capacidad como canal de esta energía.


Por todo ello es importante que cuando desees recibir una sesión de reiki, acudas a centros de confianza, donde trabaje gente realmente seria y preparada. En Kamiraku, como centro especializado en masajes orientales, nos caracterizamos por un profundo respeto hacia la tradición de otras culturas, y el reiki no es una excepción. Nuestros masajistas reiki son profesionales bien formados y con verdadero interés por el bienestar de las personas que se acercan a ellos.

Concierta una cita con nosotros y descubre todo lo que un auténtico masajista reiki puede hacer por ti.

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